Alrededor de los dos años, el niño o niña es capaz de caminar seguro, sentarse solo, sabe qué es establecer un canal de comunicación verbal y empieza a hacer uso de la palabra. Por lo tanto, nos encontramos ante un niño que tiene un nivel de autonomía notable, lo cual favorece la adquisición del control de esfínteres.
Debemos tener en cuenta que el control de esfínteres no solo un aprendizaje en sí, es parte del desarrollo evolutivo del niño; como tal, no hay un tiempo establecido para su adquisición, en cada niño será diferente, pudiendo variar de desde días a dos meses. Tenemos que ser muy comprensivos con los niños y tener la confianza de que llegará a conseguirlo. Del mismo modo que no les exigimos desde el principio que hablen correctamente, tampoco se les puede exigir que, en un periodo corto de tiempo, controle totalmente sus esfínteres.
¿Cuándo puede estar preparado? Observaremos su maduración general y nos fijaremos en los siguientes parámetros:
¿Cómo llevarlo a cabo? O bien los padres o bien sus profes observarán que el niño ya está preparado:
Elegir entre los padres y nosotras la fecha de inicio(es preferible que cada semana sea un peque al que le retiremos el pañal, para poder observarlos y atenderlos individualmente).
Los padres empezaréis con la retirada del pañal en casa durante el fin de semana.
Deberán estar sin pañal todo el día, salvo para la siesta y la noche. Si salís de casa, sed previsores llevando ropa de cambio suficiente, paquete de toallitas, todo lo necesario para cambiarles.
Al principio, debéis llevarles cada poco tiempo al baño. Os aconsejamos utilicéis el adaptador de WC.
Cada vez que el niño haga pis o deposición debemos felicitarle efusivamente. Por el contrario, si no hace nada, o lo hiciera en lugar inadecuado, en ningún caso regañarle, ; con tranquilidad le explicaremos de manera sencilla lo que ha pasado y lo que habría pasado si lo hubiera hecho en WC.
A menudo, los primeros días los niños hacen pipís muy cortos y seguidos, ya que para ellos es todo un descubrimiento que emocionalmente les crea cierta desazón, pero que acaban superando.
Por lo que respecta a las deposiciones, si no tiene horario regular, es aconsejable invitarlo a sentarse después de las comidas.
Si el niño se negara a sentarse en WC, en ningún caso, le obligaremos, esperaremos hasta que esté preparado. No olvidéis que cada niño sigue su desarrollo evolutivo, no le comparéis con otros niños. Es conveniente, no tomarse el control de esfínteres a la ligera, pero tampoco hay que obsesionarse.
¿Cómo se le puede ayudar?
Mientras esté en WC, abrir el grifo del agua y enseñarle a apretar la musculatura de la barriguita.
Llevándole cada cierto tiempo al baño, porque al principio no es habitual que nos lo pidan.
¿Qué no se debe hacer?
Volver a ponerle el pañal cuando ha habido algún escape. Hay que tener paciencia, respetar su evolución.
Que no coincida la retirada del pañal con otros acontecimientos a saber adaptación a la guarde, nacimiento inminente de un hermano, …
¿Qué hay que llevar?